Se puede tratar de la pelìcula desde muchos puntos de vista, desde el màs escandaloso hasta el màs ingenuo, pero ninguna le harìa justicia al valor de la misma, asì como a su mensaje.
Gibson, como creyente, hizo algo para lo que se necesitaba màs que valor, se necesitaba fe. Tuvo fe en su trabajo, sì, tuvo fe en su equipo de producciòn y tuvo fe en los 30 millones de dòlares de su bolsillo que invirtiò. Pero tuvo màs fe en sus convicciones, que en otra cosa. Sabìa que su cuello iba a estar expuesto y que iba a sufrir las consecuencias, y asì sucediò.
A cuatro años, ya todos sabemos lo que sucediò, y ni siquiera el morbo generado por la pelìcula màs sangrienta acerca de Jesùs pudo empañar su enorme èxito, tanto material como inmaterial.
Es un buen tiempo para visitar nuevamente el jardìn del Gethsemane y llorar por el miedo de saber lo que nos espera, es tiempo desufrir los 40 latigazos menos uno y dejar que nos desgarren la piel, y que nos arranquen la barba y nos escupan. Es hora de que se burlen de nosotros y jueguen suerte con nuestras ropas. Es hora de que nos separen de nuestra madre mientras ella ve còmo nos estàn matando. Es hora de colgar desnudo de un madero a la vista de todos. Es hora de morir.
Afortunadamente alguien ya lo hizo por nosotros.
1 comentario:
Aue!
Uy pues la verdad si me dejas sin palabras.
Soy creyente, pero pues confieso no ser asiduo visitante de los centros religiosos..
Y bueno, tu texto eme demuestra que eres de las personas que recuerdan que estas fechas no son solopara irse a tirar de panza al sol enlas playas, que ojo, no esta mal eso creo yo, pero..en prmer lugar..es momento de hacer reflexion..
Saludos compa.
Publicar un comentario